Falta de sensibilidad en el lado afectado tras una lesión neurológica: ¿Qué es y cómo puede ayudarte la fisioterapia?

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¿Has experimentado pérdida de sensibilidad en un lado de tu cuerpo después de una lesión neurológica? Esta condición, conocida como hemianestesia o alteración sensorial, puede afectar significativamente tu calidad de vida, dificultando tareas cotidianas y tu independencia. En este artículo, te explicamos qué es la falta de sensibilidad tras una lesión neurológica, por qué ocurre y cómo la fisioterapia especializada puede ayudarte a mejorar esta condición.

¿Qué es la falta de sensibilidad en el lado afectado tras una lesión neurológica?

La falta de sensibilidad, también llamada alteración sensorial, es una disminución o pérdida de la percepción en una parte del cuerpo, generalmente en un lado, debido a daños en el sistema nervioso central o periférico. Tras una lesión neurológica, como un accidente cerebrovascular (ACV), lesión de la médula espinal o traumatismo craneoencefálico, las vías nerviosas responsables de transmitir sensaciones como tacto, temperatura, dolor o vibración pueden verse afectadas.

Esta alteración puede manifestarse como una sensación de entumecimiento, hormigueo, ardor o incluso una completa insensibilidad en el lado afectado. La pérdida de sensibilidad puede dificultar la percepción del entorno, aumentar el riesgo de lesiones y afectar la recuperación funcional.

1. Hipoestesia

Es la disminución de la sensibilidad o percepción de estímulos en una zona del cuerpo. La persona puede sentir menos tacto, temperatura o dolor de lo normal, pero no una pérdida total. Por ejemplo, puede notar que la piel está menos sensible al tacto o al frío.

2. Anestesia

Se refiere a la pérdida total de sensibilidad en una determinada área. La persona no percibe estímulos táctiles, térmicos ni dolorosos en esa zona. Esto puede aumentar el riesgo de lesiones, ya que no se detectan heridas o quemaduras.

3. Hiperestesia

Es una sensibilidad aumentada o exagerada a estímulos sensoriales. La persona puede sentir que los estímulos normales, como un toque suave, son dolorosos o muy molestos. Esto puede generar incomodidad y dificultad para realizar tareas cotidianas.

4. Hiperpatía

Se caracteriza por una sensibilidad dolorosa exagerada, donde estímulos leves producen dolor intenso. Es común en lesiones neurológicas y puede afectar significativamente la calidad de vida.

5. Alodinia

Es una condición en la que estímulos que normalmente no serían dolorosos, como un roce suave o un ligero toque, causan dolor. Es una alteración sensorial muy incómoda y frecuente en pacientes con daño neurológico.

6. Disestesia

Se refiere a sensaciones anormales, como ardor, hormigueo, picazón o sensación de quemazón, que no corresponden a estímulos externos reales. Puede ser molesta y afectar el bienestar del paciente.

¿Por qué ocurre la falta de sensibilidad tras una lesión neurológica?

La sensibilidad se transmite a través de vías nerviosas que recorren la médula espinal y el cerebro. Cuando estas vías se dañan por una lesión neurológica, la transmisión de estímulos sensoriales se interrumpe o se altera. La gravedad y la localización del daño determinarán el grado de pérdida sensorial y las áreas afectadas.

Por ejemplo, en un accidente cerebrovascular que afecta el hemisferio cerebral responsable de la percepción sensorial, puede presentarse hemianestesia en el lado opuesto del cuerpo. En lesiones de la médula espinal, la pérdida puede ser más localizada o extensa, dependiendo del nivel y la gravedad del daño.

¿Cómo puede ayudar la fisioterapia neurológica a tratar la falta de sensibilidad?

La fisioterapia neurológica juega un papel fundamental en la recuperación sensorial tras una lesión neurológica. Aunque la recuperación completa puede no ser siempre posible, las intervenciones fisioterapéuticas pueden mejorar la percepción, reducir molestias y potenciar la funcionalidad del paciente.

Técnicas y enfoques utilizados en fisioterapia para la recuperación sensorial

  • Estimulación sensorial: Uso de estímulos táctiles, térmicos o vibratorios para activar las vías nerviosas y promover la neuroplasticidad, ayudando al cerebro a reorganizarse y recuperar funciones sensoriales.
  • Terapia de integración sensorial: Ejercicios diseñados para mejorar la percepción y la respuesta a estímulos sensoriales, facilitando la percepción del entorno y la coordinación motriz.
  • Ejercicios de propiocepción: Actividades que trabajan la percepción del cuerpo en el espacio, fortaleciendo la conciencia corporal y ayudando a compensar la pérdida sensorial.
  • Técnicas de neurorehabilitación: Uso de tecnologías como la terapia con realidad virtual o biofeedback para potenciar la recuperación sensorial y motriz.

¿Qué puedes esperar de la fisioterapia?

Cada paciente es único, por lo que el plan de tratamiento será personalizado. La fisioterapia neurológica busca estimular las vías

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