¿Por qué recomendar una terapia intensiva este verano a tu hijo?

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¡Hola! Sabemos que el verano es una época especial, llena de sol, juegos y momentos en familia. Pero también puede ser una gran oportunidad para que tu hijo aproveche al máximo su proceso de recuperación si necesita terapia. ¿Te has preguntado alguna vez si una terapia intensiva puede ser la mejor opción para él? Aquí te contamos todo para que puedas tomar la mejor decisión.

¿Qué son las terapias intensivas y por qué pueden ser tan beneficiosas?

Las terapias intensivas en neurorrehabilitación son tratamientos que se realizan con una mayor concentración de horas diarias, mucho más que las sesiones tradicionales. En lugar de unas pocas sesiones a la semana, se trata de dedicar varias horas cada día, durante un período de tiempo determinado. Esto permite que el cerebro y el cuerpo del niño tengan un estímulo constante, acelerando su proceso de recuperación.

Numerosos estudios han demostrado que, especialmente en los primeros meses tras una lesión cerebral, estas terapias pueden ofrecer resultados mucho más positivos. Pero lo mejor es que también pueden ser efectivas en cualquier momento del proceso, siempre adaptadas a las necesidades de cada niño.

¿Qué beneficios puede aportar a tu hijo?

  • Desarrollo integral: Potencia su crecimiento físico, cognitivo, social, emocional y de lenguaje.
  • Mejora motriz: Ayuda a perfeccionar la motricidad fina, la coordinación y el uso de extremidades afectadas.
  • Incrementa resistencia y reduce fatiga: Lo que permite que el niño realice más actividades sin agotarse.
  • Equilibrio y postura: Favorece reacciones de equilibrio y una mejor postura corporal.
  • Confianza y autonomía: Mejora su autoestima, comunicación y participación en el entorno, reduciendo frustraciones.

¿Y cuándo es el mejor momento para empezar?

La ciencia indica que comenzar cuanto antes, en los primeros meses tras la lesión, puede ofrecer mejores resultados. Pero no hay un momento «malo» para empezar; estas terapias también son efectivas en fases posteriores. Lo importante es que, si seguimos las pautas del equipo terapéutico, los cambios que se logren serán duraderos, incluso si en algún momento se reduce la intensidad o se finaliza el tratamiento.

¿Qué implica una terapia intensiva?

Para que un tratamiento sea considerado de alta intensidad, generalmente se recomienda realizar al menos 2 horas diarias de terapia, de lunes a viernes, durante un mínimo de 10 días. Este período puede extenderse si es necesario, llegando incluso a varios meses. Además, en muchos casos, el trabajo en casa con ejercicios específicos y la participación activa de los padres o familiares son clave para potenciar los resultados.

¿Crees que tu hijo puede beneficiarse este verano?

Si tienes dudas o quieres que valoremos juntos si tu peque es un buen candidato para una terapia intensiva en nuestro centro, ¡estamos aquí para ayudarte! Nos encantaría acompañarte en este proceso y diseñar un plan que se adapte a sus necesidades y a vuestra rutina familiar.

No dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo. ¡Este verano puede ser el momento perfecto para dar un paso más en su recuperación!

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